Por: Cristianos.Com Muchos aseguran que el sexo y la violencia proyectadas en televisión y en los vídeo juegos tiene un impacto negativo entre los jóvenes.
Que los vuelve agresivos y que despierta en ellos el deseo de practicar relaciones sexuales. La revista de la Asociación Estadounidense de Pediatría publicó dos estudios que respaldan esta teoría.
La conclusión fue basada en los estudios realizados por Rand Corporation y el Centro para el Estudio de la Violencia de la Universidad Estatal de Iowa para determinar la relación entre ver sexo en televisión y el embarazo de las adolescentes, así como los efectos de los vídeo juegos violentos sobre la agresión en Japón y en Estados Unidos. La información fue publicada en la edición de noviembre de la revista Pedriatics.
Ambos estudios mostraron una correlación entre los comportamientos contemplados en la televisión o en los vídeo juegos y un cambio de comportamiento en los adolescentes.
Los hallazgos que se revelan del estudio resultan muy significativos ya que son longitudinales, es decir, que los grupos de jóvenes sometidos al estudio fueron estudiados durante un periodo de varios años. Muchos estudios, igualmente válidos, no miden los resultados durante el tiempo sino que son más bien una especie de “flashes”. Estos estudios, por el contrario, se articulan en el crecimiento/desarrollo y maduración de los chicos estudiados. Además, por lo que se refiere al embarazo infantil, este es uno de los primeros estudios que plantean una relación entre los contenidos sexuales que se ven –incluyendo el contenido insinuado/poco explícito– con el embarazo adolescente. Por otro lado, estos estudios analizan a jóvenes que quedan embarazadas y a los chicos ayudan a que esto ocurra.
El estudio sobre los vídeo juegos y la violencia, por su parte, lo que lo hace especialmente significativo es el componente intercultural. Los investigadores estudiaron a niños/adolescentes en Estados Unidos y en Japón. El hecho de que la cultura japonesa es, en general, menos agresiva que la cultura norteamericana es significativo, porque en este estudio los niños japoneses tienen los mismos resultados que los norteamericanos.
Hay un nuevo informe, un meta análisis —un estudio de estudios— sobre la influencia de los medios en el que se muestra de modo concluyente que hay una fuerte correlación entre una exposición mayor a los medios y los resultados adversos en la salud —incluyendo cambios en la forma en que se desarrolla el cerebro, obesidad, aumento de la agresión, aumento de la actividad sexual, consumo de drogas y alcohol o bajo resultados académicos. Sobre este estudio se puede leer el artículo del New York Times (www.nytimes.com).
Kristen Fyfe, redactora del Culture and Media Institute, en una entrevista realizada por Zenit, afirma que los padres necesitan saber el tipo y la cantidad de medios de comunicación que consumen sus hijos que tiene un impacto negativo verdadero. “Cuando doy conferencias en las escuelas y hablamos sobre “el culto a los falsos dioses”, desafío a los jóvenes con la idea de que cualquier cosa a la que dedican una cantidad excesiva de tiempo y energía se convierte en un ídolo —especialmente si Dios queda en segundo lugar. Y les pregunto: “¿pasan más tiempo pensando en Dios o escuchando su iPod, jugando a vídeo juegos, viendo la televisión?”
Hay que estar conscientes que la realidad en la que sus hijos van a tener que navegar es muy agresiva y tampoco es el lugar ideal para desarrollarse y convertirse en adultos con valores. Pero la solución no es protegerlos de él en una burbuja o simplemente quejándonos o prohibiéndoles ver/jugar/escuchar. Hay que equiparlos para tomar decisiones correctas y reconocer los valores profanos promovidos en mucho de lo que ellos ven. No creo que en la sociedad de hoy los padres hagan un favor a sus hijos blindándolos completamente a los medios. Están rodeados por ellos y necesitan dominarlos para poder moverse como adultos. Sin embargo, podemos enseñarles, fijar límites y desafiarles para que sean consumidores críticos. Y sí, podemos hacerlo incluso cuando son pequeños”, afirmó Fyfe.
He aquí varios consejos para los padres.
No lo crean todo, investiguen.
Estén atentos a los sistemas de calificación de los vídeo juegos para evitar que alguno califcado para adulto caiga en sus manos.
Utilice los buenos recursos que proporcionan las asociaciones u organizaciones para investigar el contenido de los vídeo juegos, así como las buenas publicaciones.
Cuando se trata de móviles y de iPods dése cuenta de que cualquier cosa que tenga acceso a Internet se convierte en un vehículo a través del que se puede visionar todo tipo de contenidos. Cada día son más los chicos que ven la televisión a través de aparatos móviles y computadoras (ordenadores) que a través de los televisores.
No compre un televisor o computadora para la habitación de su hijo. Existen muchas investigaciones que muestras que los chicos con estos aparatos en sus habitaciones sufren en su rendimiento académico.
Un estudio del Barna Group publicado hace un año mostraba que, a pesar de la preocupación que los padres cristianos tienen sobre la influencia de los medios, todavía se sienten presionados a comprar vídeo juegos cuestionables u otros producto. Esto se debe a que se vuelve otra vez a la idea de que, algunas veces, ser padres significa tomar decisiones impopulares. Si usted se enfrenta a este dilema pregúntese: ¿permitiría a sus hijos que se arrojaran a la promiscuidad sexual, al consumo de drogas, al narcisismo, a compañías violentas? Esto es exactamente lo que está haciendo cuando permite a sus hijos malas influencias. No podemos enseñar a nuestros hijos a hacer frente a las malas influencias si nosotros, como padres, no estamos dispuestos a hacer frente a la presión de comprar un producto cuestionable sólo porque es popular.
“Creo que los padres cada vez están más educados y, si hay alguna bendición en esta crisis económica, puede ser el hecho de que los padres están siendo más exigentes ante lo que compran. Pero en realidad hasta que los medios - y me refiero a los medios de noticias, en la publicidad - no hagan hincapié en el mensaje de los efectos perjudiciales (como se hace con el tabaco), los padres no van a prestar atención y no se lo tomarán en serio”.
Cuando se trata de video juegos, es necesario ver la etiqueta que garantiza que es un juego seguro. Los productos del sistema de juegos de la Wii que logran que los chicos se levanten del sofá son también muy buenos.
Que los vuelve agresivos y que despierta en ellos el deseo de practicar relaciones sexuales. La revista de la Asociación Estadounidense de Pediatría publicó dos estudios que respaldan esta teoría.
La conclusión fue basada en los estudios realizados por Rand Corporation y el Centro para el Estudio de la Violencia de la Universidad Estatal de Iowa para determinar la relación entre ver sexo en televisión y el embarazo de las adolescentes, así como los efectos de los vídeo juegos violentos sobre la agresión en Japón y en Estados Unidos. La información fue publicada en la edición de noviembre de la revista Pedriatics.
Ambos estudios mostraron una correlación entre los comportamientos contemplados en la televisión o en los vídeo juegos y un cambio de comportamiento en los adolescentes.
Los hallazgos que se revelan del estudio resultan muy significativos ya que son longitudinales, es decir, que los grupos de jóvenes sometidos al estudio fueron estudiados durante un periodo de varios años. Muchos estudios, igualmente válidos, no miden los resultados durante el tiempo sino que son más bien una especie de “flashes”. Estos estudios, por el contrario, se articulan en el crecimiento/desarrollo y maduración de los chicos estudiados. Además, por lo que se refiere al embarazo infantil, este es uno de los primeros estudios que plantean una relación entre los contenidos sexuales que se ven –incluyendo el contenido insinuado/poco explícito– con el embarazo adolescente. Por otro lado, estos estudios analizan a jóvenes que quedan embarazadas y a los chicos ayudan a que esto ocurra.
El estudio sobre los vídeo juegos y la violencia, por su parte, lo que lo hace especialmente significativo es el componente intercultural. Los investigadores estudiaron a niños/adolescentes en Estados Unidos y en Japón. El hecho de que la cultura japonesa es, en general, menos agresiva que la cultura norteamericana es significativo, porque en este estudio los niños japoneses tienen los mismos resultados que los norteamericanos.
Hay un nuevo informe, un meta análisis —un estudio de estudios— sobre la influencia de los medios en el que se muestra de modo concluyente que hay una fuerte correlación entre una exposición mayor a los medios y los resultados adversos en la salud —incluyendo cambios en la forma en que se desarrolla el cerebro, obesidad, aumento de la agresión, aumento de la actividad sexual, consumo de drogas y alcohol o bajo resultados académicos. Sobre este estudio se puede leer el artículo del New York Times (www.nytimes.com).
Kristen Fyfe, redactora del Culture and Media Institute, en una entrevista realizada por Zenit, afirma que los padres necesitan saber el tipo y la cantidad de medios de comunicación que consumen sus hijos que tiene un impacto negativo verdadero. “Cuando doy conferencias en las escuelas y hablamos sobre “el culto a los falsos dioses”, desafío a los jóvenes con la idea de que cualquier cosa a la que dedican una cantidad excesiva de tiempo y energía se convierte en un ídolo —especialmente si Dios queda en segundo lugar. Y les pregunto: “¿pasan más tiempo pensando en Dios o escuchando su iPod, jugando a vídeo juegos, viendo la televisión?”
Hay que estar conscientes que la realidad en la que sus hijos van a tener que navegar es muy agresiva y tampoco es el lugar ideal para desarrollarse y convertirse en adultos con valores. Pero la solución no es protegerlos de él en una burbuja o simplemente quejándonos o prohibiéndoles ver/jugar/escuchar. Hay que equiparlos para tomar decisiones correctas y reconocer los valores profanos promovidos en mucho de lo que ellos ven. No creo que en la sociedad de hoy los padres hagan un favor a sus hijos blindándolos completamente a los medios. Están rodeados por ellos y necesitan dominarlos para poder moverse como adultos. Sin embargo, podemos enseñarles, fijar límites y desafiarles para que sean consumidores críticos. Y sí, podemos hacerlo incluso cuando son pequeños”, afirmó Fyfe.
He aquí varios consejos para los padres.
No lo crean todo, investiguen.
Estén atentos a los sistemas de calificación de los vídeo juegos para evitar que alguno califcado para adulto caiga en sus manos.
Utilice los buenos recursos que proporcionan las asociaciones u organizaciones para investigar el contenido de los vídeo juegos, así como las buenas publicaciones.
Cuando se trata de móviles y de iPods dése cuenta de que cualquier cosa que tenga acceso a Internet se convierte en un vehículo a través del que se puede visionar todo tipo de contenidos. Cada día son más los chicos que ven la televisión a través de aparatos móviles y computadoras (ordenadores) que a través de los televisores.
No compre un televisor o computadora para la habitación de su hijo. Existen muchas investigaciones que muestras que los chicos con estos aparatos en sus habitaciones sufren en su rendimiento académico.
Un estudio del Barna Group publicado hace un año mostraba que, a pesar de la preocupación que los padres cristianos tienen sobre la influencia de los medios, todavía se sienten presionados a comprar vídeo juegos cuestionables u otros producto. Esto se debe a que se vuelve otra vez a la idea de que, algunas veces, ser padres significa tomar decisiones impopulares. Si usted se enfrenta a este dilema pregúntese: ¿permitiría a sus hijos que se arrojaran a la promiscuidad sexual, al consumo de drogas, al narcisismo, a compañías violentas? Esto es exactamente lo que está haciendo cuando permite a sus hijos malas influencias. No podemos enseñar a nuestros hijos a hacer frente a las malas influencias si nosotros, como padres, no estamos dispuestos a hacer frente a la presión de comprar un producto cuestionable sólo porque es popular.
“Creo que los padres cada vez están más educados y, si hay alguna bendición en esta crisis económica, puede ser el hecho de que los padres están siendo más exigentes ante lo que compran. Pero en realidad hasta que los medios - y me refiero a los medios de noticias, en la publicidad - no hagan hincapié en el mensaje de los efectos perjudiciales (como se hace con el tabaco), los padres no van a prestar atención y no se lo tomarán en serio”.
Cuando se trata de video juegos, es necesario ver la etiqueta que garantiza que es un juego seguro. Los productos del sistema de juegos de la Wii que logran que los chicos se levanten del sofá son también muy buenos.
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