La República Dominicana cuenta con un ministerio evangelístico que surgió hace siete años.
El “El Ministerio Evangelístico Policía Trabajando para Cristo” es dirigido por el general de la Policía Nacional Reynaldo Mauricio Moreno (Makey) y actualmente agrupa a más de 100 agentes. Su propósito, según Moreno es enfrentar la delincuencia en tiempos en que las filas policiales están contaminadas por un alto número de agentes vinculados al narcotráfico y otras acciones criminales.
En un año y seis meses, 1,134 agentes policiales han sido expulsados del sistema por estar vinculados a asesinatos, asaltos, robos, secuestros y aceptar sobornos o cobrar peaje a narcotraficantes. Entre los agentes separados de sus funciones desde agosto del año pasado se encontraron 68 vinculados a este delito.
Intervenir desde la fe
Moreno cuenta que “la fuerza divina” se ha manifestado en su labor policial y cita como ejemplo su intervención en el sector de Herrera. Allí, narra, una persona resultaba muerta cada semana por riñas entre cinco bandas que se disputaban las calles. Cuenta que tras la intervención del ministerio, las bandas se reunieron y los pandilleros confesaron que no sabían por qué reñían.
En el barrio Villa Duarte, del municipio Santo Domingo Este, los agentes cristianos llevan a cabo visitas periódicas de evangelización, convencidos de que Dios les encomendó dar a conocer el “mensaje de salvación” a todos los humanos.
Y cumpliendo con este mandato han recorrido el país, predicando en todos los comandos regionales de la Policía.
Trabajo con los jóvenes
Entre las actividades de evangelización que realiza el ministerio se destacan las que llevan a cabo en la populosa Villa Duarte, donde trabajan en coordinación con los ministerios Villa Duarte para Cristo e Invasión.
Estas actividades religiosas tienen lugar dos o tres veces al año. Consisten en evangelizar teniendo como instrumentos la música y el arte: Las diez agrupaciones cristianas que conforman el Ministerio Invasión ofrecen un concierto en el que abren un espacio para los géneros más diversos, y es posible crear un puente que une el reaguetón con la pantomima.
Este conjunto, que nació a finales de 2008 está dirigido por el joven reguetonero Welington Berroa y agrupa a personas que deciden llevar el mensaje divino a la humanidad con su mejor letra y con su mejor voz. A este ministerio pertenecen grupos como LeyDC, Séptimo Sello, La Botella, Zarah, La Mima Pink, entre otros. También reciben apoyo de las agrupaciones La Tela, El enviado Josué y La Gente del Bloque, del Ministerio Villa Duarte para Cristo, que se encarga de organizar la actividad y convocar a los otros ministerios.
Este grupo cristiano es dirigido por Moisés Tejada y lo integran 25 jóvenes, que además del estudio de los textos bíblicos se dedican a gestionar oportunidades laborales y de estudio para muchachos del sector que deciden dejar el mundo de la delincuencia, y “aceptar” a Dios, y, por consiguiente, insertarse a la vida productiva de manera honrada.
Intercambios de disparos
El guía de este ministerio rechaza los hechos de que agentes policiales disparan a civiles en los denominados “intercambios de disparos”. Ya en varias ocasiones -como denuncian organizaciones de Derechos Humanos y hasta los obispos católicos-, estos supuestos enfrentamientos han resultado no ser tales, sino actos de abuso por parte de miembros de la fuerza policial.
“Tú puedes matar cinco mil delincuentes aquí y surgirán 25 mil. El problema es espiritual”, considera el general Moreno. Entiende que con la violencia abusiva jamás se ha resuelto nada: “Tenemos cien años viendo a la Policía matando, matando. Nadie quiere matar a nadie. Estamos para que se cumpla la Ley, no para matar”.
Integridad
Si asumir el estilo de vida evangélico con rigor y corresponderse con la integridad que implica la fe se vuelve una tarea casi imposible dentro del conglomerado social, resulta más difícil dentro de las filas de la Policía, donde las oportunidades de recibir sobornos tienen lugar con mucha frecuencia. Además, esta labor se desarrolla en un organismo que celebra y promueve el cristianismo a través del catolicismo.
Pedro Félix, que se refiere a su rango como “segundo teniente siervo de Jesucristo”, dice estar consciente de estas dificultades. Nació y creció bajo la fe cristiana evangélica. Tiene 40 años de edad y durante la mitad de su vida ha formado parte del cuerpo policial.
¿Por qué elegir un oficio que implicará tantas disyuntivas y, eventualmente, puede empujarte a matar a alguien?
“La bujía inspiradora que me llevó a ser policía es el hecho de servir”, responde. Asegura que ahora, más que nunca, el país necesita policías que hagan un trabajo honesto. Recuerda las ocasiones en que ha recibido ofertas de soborno por parte de presuntos delincuentes. Y con una sonrisa de satisfacción, da gracias a Dios por haberle dado el valor de rechazar los ofrecimientos.
“No acepté por dos razones: primero porque soy cristiano y, segundo, porque si acepto un soborno estoy dando una licencia de por vida para que ese delincuente ejerza actividad ilícita donde yo esté asignado”, afirma. www.cristianos.com
El “El Ministerio Evangelístico Policía Trabajando para Cristo” es dirigido por el general de la Policía Nacional Reynaldo Mauricio Moreno (Makey) y actualmente agrupa a más de 100 agentes. Su propósito, según Moreno es enfrentar la delincuencia en tiempos en que las filas policiales están contaminadas por un alto número de agentes vinculados al narcotráfico y otras acciones criminales.
En un año y seis meses, 1,134 agentes policiales han sido expulsados del sistema por estar vinculados a asesinatos, asaltos, robos, secuestros y aceptar sobornos o cobrar peaje a narcotraficantes. Entre los agentes separados de sus funciones desde agosto del año pasado se encontraron 68 vinculados a este delito.
Intervenir desde la fe
Moreno cuenta que “la fuerza divina” se ha manifestado en su labor policial y cita como ejemplo su intervención en el sector de Herrera. Allí, narra, una persona resultaba muerta cada semana por riñas entre cinco bandas que se disputaban las calles. Cuenta que tras la intervención del ministerio, las bandas se reunieron y los pandilleros confesaron que no sabían por qué reñían.
En el barrio Villa Duarte, del municipio Santo Domingo Este, los agentes cristianos llevan a cabo visitas periódicas de evangelización, convencidos de que Dios les encomendó dar a conocer el “mensaje de salvación” a todos los humanos.
Y cumpliendo con este mandato han recorrido el país, predicando en todos los comandos regionales de la Policía.
Trabajo con los jóvenes
Entre las actividades de evangelización que realiza el ministerio se destacan las que llevan a cabo en la populosa Villa Duarte, donde trabajan en coordinación con los ministerios Villa Duarte para Cristo e Invasión.
Estas actividades religiosas tienen lugar dos o tres veces al año. Consisten en evangelizar teniendo como instrumentos la música y el arte: Las diez agrupaciones cristianas que conforman el Ministerio Invasión ofrecen un concierto en el que abren un espacio para los géneros más diversos, y es posible crear un puente que une el reaguetón con la pantomima.
Este conjunto, que nació a finales de 2008 está dirigido por el joven reguetonero Welington Berroa y agrupa a personas que deciden llevar el mensaje divino a la humanidad con su mejor letra y con su mejor voz. A este ministerio pertenecen grupos como LeyDC, Séptimo Sello, La Botella, Zarah, La Mima Pink, entre otros. También reciben apoyo de las agrupaciones La Tela, El enviado Josué y La Gente del Bloque, del Ministerio Villa Duarte para Cristo, que se encarga de organizar la actividad y convocar a los otros ministerios.
Este grupo cristiano es dirigido por Moisés Tejada y lo integran 25 jóvenes, que además del estudio de los textos bíblicos se dedican a gestionar oportunidades laborales y de estudio para muchachos del sector que deciden dejar el mundo de la delincuencia, y “aceptar” a Dios, y, por consiguiente, insertarse a la vida productiva de manera honrada.
Intercambios de disparos
El guía de este ministerio rechaza los hechos de que agentes policiales disparan a civiles en los denominados “intercambios de disparos”. Ya en varias ocasiones -como denuncian organizaciones de Derechos Humanos y hasta los obispos católicos-, estos supuestos enfrentamientos han resultado no ser tales, sino actos de abuso por parte de miembros de la fuerza policial.
“Tú puedes matar cinco mil delincuentes aquí y surgirán 25 mil. El problema es espiritual”, considera el general Moreno. Entiende que con la violencia abusiva jamás se ha resuelto nada: “Tenemos cien años viendo a la Policía matando, matando. Nadie quiere matar a nadie. Estamos para que se cumpla la Ley, no para matar”.
Integridad
Si asumir el estilo de vida evangélico con rigor y corresponderse con la integridad que implica la fe se vuelve una tarea casi imposible dentro del conglomerado social, resulta más difícil dentro de las filas de la Policía, donde las oportunidades de recibir sobornos tienen lugar con mucha frecuencia. Además, esta labor se desarrolla en un organismo que celebra y promueve el cristianismo a través del catolicismo.
Pedro Félix, que se refiere a su rango como “segundo teniente siervo de Jesucristo”, dice estar consciente de estas dificultades. Nació y creció bajo la fe cristiana evangélica. Tiene 40 años de edad y durante la mitad de su vida ha formado parte del cuerpo policial.
¿Por qué elegir un oficio que implicará tantas disyuntivas y, eventualmente, puede empujarte a matar a alguien?
“La bujía inspiradora que me llevó a ser policía es el hecho de servir”, responde. Asegura que ahora, más que nunca, el país necesita policías que hagan un trabajo honesto. Recuerda las ocasiones en que ha recibido ofertas de soborno por parte de presuntos delincuentes. Y con una sonrisa de satisfacción, da gracias a Dios por haberle dado el valor de rechazar los ofrecimientos.
“No acepté por dos razones: primero porque soy cristiano y, segundo, porque si acepto un soborno estoy dando una licencia de por vida para que ese delincuente ejerza actividad ilícita donde yo esté asignado”, afirma. www.cristianos.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario