SANTO DOMINGO.- Un nuevo paro de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenetrano) tomó por sorpresa a cientos de pasajeros que se quedaron varados en las paradas de las distintas calles y avenidas del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
Su vocero, Juan Hubieres, dijo que ahora demandan que se les permita a los choferes del gremio trabajar en las rutas alimentarias del Metro y que los paros sorpresas se realizarán durante todo el mes de diciembre.
Largas filas se formaron en las horas de mayor tránsito vehicular cuando los transeuntes procuraban transporte en avenidas como la 27 de Febrero, Rómulo Betancourt, V Centenario, Máximo Gómez y John F. Kennedy, entre otras.
Los pasajeros se vieron en la necesidad de tener que montarse en camiones, camionetas y motores para poder llegar a sus lugare de trabajo. Cansados de esperar otros decidieron caminar varios kilómetros, ya que un reducido número de autobuses de la Oficina Metropolitana de Transporte (OMSA) circulaba en las principales avenidas.
A primeras horas de la mañana, los choferes afiliados a FENATRANO obligaban a bajar a los pasajeros de los vehículos para dar inicio a un paro sorpresa programado hasta las nueve de la mañana de hoy.
En un principio, los sindicalistas iniciaron el paro sólo en las guaguas, las cuales colocaban en fila en las diferentes rutas, pero, más adelante, también decidieron incluir los carros, por lo que los usuarios no tenían opción para trasladarse a sus destinos.
Según explicó a través d ela radio Hubieres, presidente de FENATRANO, el paro, esta vez, es en protesta por la inclusión de los choferes de esa federación en las rutas alimentarias del Metro, aquellas donde están hubicadas sus entradas y salidas.
“Miles de padres de familia se quedarían sin trabajo cuando empiece a funcionar el Metro", alegó Hubieres cuando se refería al tema a través del programa el Gobierno de la Mañana, que se transmite pro la emisora Z 101.
Argumentó, para explicar la razón de la huelga que afectó a los pasajeros, que, si no reclaman ahora, va a ocurrir lo mismo que con los trabajadores del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y otras instituciones "que fueron clausuradas y el gobierno le prometió a los empleados ayudarlos, pero no cumplió".
Hubieres entiende que el problema no es Diandino, sino el Gobierno.