SANTO DOMINGO.- El Procurador General de la República, Radhamés Jiménez Peña, advirtió ayer que la fuerza pública no puede incautar armas de fuego a personas que cuenten con licencia de porte y no estén exhibiendo el artefacto, so pena de que el agente que lo haga sea cancelado. Pero el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda, dijo que pedirá al jefe de la Policía que aplique de manera efectiva la disposición de despojar de sus armas a las personas que durante este mes las porten o las lleven en sus carros listas para usarlas.
Mientras, el obispo de la Diócesis Mao-Monte Cristi, monseñor Diómedes Espinal, se opone a la prohibición de porte de armas durante diciembre “porque sería poner a los ciudadanos como carnadas de los delincuentes”.
El ProcuradorEl Procurador Jiménez dijo que, a su juicio, ha habido “confusión” con relación a la medida anunciada por la Secretaría de Interior y Policía sobre el porte de armas de fuego en Navidad, ya que no se trata del desarme de la población sino de evitar la “exhibición de las armas”.
Dijo que a las personas que porten sus armas en sus vehículos no se les pueden incautar, mostrándose de acuerdo en que los agentes que incurran en esa práctica, si las armas tienen permiso, sean cancelados, por lo que las personas que les incauten sus armas de fuego, sin estar exhibiéndolas, deben denunciar a los agentes.
Está de acuerdo con las quejas de algunas personas de que primero hay que desalmar a los delincuentes.
Jiménez, en otro orden, dijo que no ha recibido ninguna solicitud para la extradición de dos generales en relación al caso de los siete asesinatos en la comunidad de Paya y que, por el momento, lo que se ha dicho al respecto cae en el marco de la especulación.
Tampoco ha recibido todavía por escrito la renuncia de la fiscal Adjunta de Baní, que ella la presentó ante el procurador de Baní pero que por escrito no la ha recibido aún la Procuraduría.
Franklin AlmeydaDe su lado, Almeyda Rancier observó que el jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, deberá aplicar de manera efectiva la disposición que regula el porte y tenencia de armas durante la Navidad.
Pidió al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y al productor de televisión Freddy Beras Goico que lo apoyen en la medida que busca disminuir las muertes en esta época del año.
Asimismo, reveló que ha convocado a los dueños de colmadones para el próximo jueves, al tiempo de precisar que si éstos muestran garantía de control en la integridad de sus clientes en las festividadades navideñas y del ruido que a veces interrumpe la paz en los hogares donde están sus negocios, podrían ser favorecidos con las mismas disposiciones de negocios como discotecas, hoteles y centros de diversión que sí cuentan con dichas garantías.
El funcionario respondió preguntas de los periodistas luego de entregar 15 camionetas de doble cabina y algunas utilerías para las labores preventivas de la Policía Nacional en la ciudad de Santiago. Esta entrega forma parte de los planes de equipamiento de la uniformada para combatir la delincuencia común en las fiestas navideñas.
Almeyda expuso al mismo tiempo que lo que ha pretendido Interior y Policía no es un desarme a la población sino impedir el exhibicionismo y el porte de armas de fuego en lugares públicos, para prevenir muertes innecesarias.
Al respecto dijo que ha preparado un listado con los factores de homicidios y pérdidas de vidas durante los períodos navideños desde el 2004 hasta el 2007, con la garantía de que en enero las cifras de decesos disminuirán de manera notable.
Al mismo tiempo resaltó que, fruto de varios estudios internos, la secretaría de Interior y Policía determinó que en el 2004 hubo un total de 280 muertes, de las que 87 fueron producidas por la delincuencia, entre riñas por drogas, atracos y otras 193 defunciones fueron atribuidas a otras circunstancias.
Obispo se oponeTambién el obispo de la Diócesis Mao-Monte Cristi, monseñor Diómedes Espinal, rechazó la medida de desarme de la población como pretende la secretaría de Interior y Policía, “porque sería poner a los ciudadanos como carnadas de los delincuentes”.
Sostuvo que esa disposición hará más mal que bien, porque definitivamente la población estará a merced de los malhechores, que estarán a la espera del menor descuido para cometer su fechoría como mayor confianza.
“Si la población teniendo armas de fuego son víctimas fáciles de los delincuentes, qué será cuando se lleve a cabo el desarme de los ciudadanos, entonces actuarán con un nivel de mayor frecuencia y seguridad contra la población”, razonó el obispo de la diócesis Mao-Monte Cristi.
Reiteró que la medida de la secretaría de Interior y Policía no la comparte, porque no ve el bien que le haría a la población, y que al contrario el nivel de peligro aumentará considerablemente.
Mientras, el obispo de la Diócesis Mao-Monte Cristi, monseñor Diómedes Espinal, se opone a la prohibición de porte de armas durante diciembre “porque sería poner a los ciudadanos como carnadas de los delincuentes”.
El ProcuradorEl Procurador Jiménez dijo que, a su juicio, ha habido “confusión” con relación a la medida anunciada por la Secretaría de Interior y Policía sobre el porte de armas de fuego en Navidad, ya que no se trata del desarme de la población sino de evitar la “exhibición de las armas”.
Dijo que a las personas que porten sus armas en sus vehículos no se les pueden incautar, mostrándose de acuerdo en que los agentes que incurran en esa práctica, si las armas tienen permiso, sean cancelados, por lo que las personas que les incauten sus armas de fuego, sin estar exhibiéndolas, deben denunciar a los agentes.
Está de acuerdo con las quejas de algunas personas de que primero hay que desalmar a los delincuentes.
Jiménez, en otro orden, dijo que no ha recibido ninguna solicitud para la extradición de dos generales en relación al caso de los siete asesinatos en la comunidad de Paya y que, por el momento, lo que se ha dicho al respecto cae en el marco de la especulación.
Tampoco ha recibido todavía por escrito la renuncia de la fiscal Adjunta de Baní, que ella la presentó ante el procurador de Baní pero que por escrito no la ha recibido aún la Procuraduría.
Franklin AlmeydaDe su lado, Almeyda Rancier observó que el jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, deberá aplicar de manera efectiva la disposición que regula el porte y tenencia de armas durante la Navidad.
Pidió al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y al productor de televisión Freddy Beras Goico que lo apoyen en la medida que busca disminuir las muertes en esta época del año.
Asimismo, reveló que ha convocado a los dueños de colmadones para el próximo jueves, al tiempo de precisar que si éstos muestran garantía de control en la integridad de sus clientes en las festividadades navideñas y del ruido que a veces interrumpe la paz en los hogares donde están sus negocios, podrían ser favorecidos con las mismas disposiciones de negocios como discotecas, hoteles y centros de diversión que sí cuentan con dichas garantías.
El funcionario respondió preguntas de los periodistas luego de entregar 15 camionetas de doble cabina y algunas utilerías para las labores preventivas de la Policía Nacional en la ciudad de Santiago. Esta entrega forma parte de los planes de equipamiento de la uniformada para combatir la delincuencia común en las fiestas navideñas.
Almeyda expuso al mismo tiempo que lo que ha pretendido Interior y Policía no es un desarme a la población sino impedir el exhibicionismo y el porte de armas de fuego en lugares públicos, para prevenir muertes innecesarias.
Al respecto dijo que ha preparado un listado con los factores de homicidios y pérdidas de vidas durante los períodos navideños desde el 2004 hasta el 2007, con la garantía de que en enero las cifras de decesos disminuirán de manera notable.
Al mismo tiempo resaltó que, fruto de varios estudios internos, la secretaría de Interior y Policía determinó que en el 2004 hubo un total de 280 muertes, de las que 87 fueron producidas por la delincuencia, entre riñas por drogas, atracos y otras 193 defunciones fueron atribuidas a otras circunstancias.
Obispo se oponeTambién el obispo de la Diócesis Mao-Monte Cristi, monseñor Diómedes Espinal, rechazó la medida de desarme de la población como pretende la secretaría de Interior y Policía, “porque sería poner a los ciudadanos como carnadas de los delincuentes”.
Sostuvo que esa disposición hará más mal que bien, porque definitivamente la población estará a merced de los malhechores, que estarán a la espera del menor descuido para cometer su fechoría como mayor confianza.
“Si la población teniendo armas de fuego son víctimas fáciles de los delincuentes, qué será cuando se lleve a cabo el desarme de los ciudadanos, entonces actuarán con un nivel de mayor frecuencia y seguridad contra la población”, razonó el obispo de la diócesis Mao-Monte Cristi.
Reiteró que la medida de la secretaría de Interior y Policía no la comparte, porque no ve el bien que le haría a la población, y que al contrario el nivel de peligro aumentará considerablemente.