Por: Isabel Franco
Así le habló Jehová a los hijos de Israel por boca del Profeta Oseas, acusándoles de perjurar, mentir, matar, hurtar, adulterar y todos los pecados, por desobedecer sus leyes y estatutos. Israel se había convertido en la esposa adúltera aun cuando Jehová les había hablado sobre su amor imperecedero, enviando al Profeta Oseas que buscara a una mujer amada de su compañero y que la amara para mostrar al pueblo que a pesar de su infidelidad con dioses ajenos El lo amaba.
La ignorancia obstinada de Israel le conduce a violar todas las normas y el pacto que Dios había hecho con ellos. Israel sabía que uno de los pecados que mas aborrecía Jehová era la idolatría (adorar, rendir culto a cualquier persona, cosa, entidad u objeto sustituyendo a Dios). El Señor había sido bien explicito con el pueblo revelándose a ellos a través de Moisés y las tablas de la ley. (Deut. 4:16-19, lev. 19:4, Sal.115:4 Num. 33:52, Ezeq. 8:10), pero ellos olvidaron al Dios que se le había revelado a sus padres contaminándose con las naciones paganas vecinas que adoraban dioses falsos como Baal y Astarot (Jueces 2:12-13). De manera pues que los israelitas desecharon el conocimiento de Dios y se entregaron a la idolatría.
La acusación de Dios se centra en los líderes y les advierte que se arrepientan pero ellos continuaron en su ignorancia y rebeldía por lo que les sobrevino el juicio divino (Oseas 8:1-14).
En el Nuevo Testamento segunda de Corintios 6:16 el Señor nos dice por boca del Apóstol Pablo: y que acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente como Dios dijo: habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas dice el Señor Todopoderoso.
Así le habló Jehová a los hijos de Israel por boca del Profeta Oseas, acusándoles de perjurar, mentir, matar, hurtar, adulterar y todos los pecados, por desobedecer sus leyes y estatutos. Israel se había convertido en la esposa adúltera aun cuando Jehová les había hablado sobre su amor imperecedero, enviando al Profeta Oseas que buscara a una mujer amada de su compañero y que la amara para mostrar al pueblo que a pesar de su infidelidad con dioses ajenos El lo amaba.
La ignorancia obstinada de Israel le conduce a violar todas las normas y el pacto que Dios había hecho con ellos. Israel sabía que uno de los pecados que mas aborrecía Jehová era la idolatría (adorar, rendir culto a cualquier persona, cosa, entidad u objeto sustituyendo a Dios). El Señor había sido bien explicito con el pueblo revelándose a ellos a través de Moisés y las tablas de la ley. (Deut. 4:16-19, lev. 19:4, Sal.115:4 Num. 33:52, Ezeq. 8:10), pero ellos olvidaron al Dios que se le había revelado a sus padres contaminándose con las naciones paganas vecinas que adoraban dioses falsos como Baal y Astarot (Jueces 2:12-13). De manera pues que los israelitas desecharon el conocimiento de Dios y se entregaron a la idolatría.
La acusación de Dios se centra en los líderes y les advierte que se arrepientan pero ellos continuaron en su ignorancia y rebeldía por lo que les sobrevino el juicio divino (Oseas 8:1-14).
En el Nuevo Testamento segunda de Corintios 6:16 el Señor nos dice por boca del Apóstol Pablo: y que acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente como Dios dijo: habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas dice el Señor Todopoderoso.
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